domingo, 10 de agosto de 2008
Waldo Castro Hanus
Dentro de todos los dias en los que uno se dedica a recorrer Santiago a lo largo de la vida, uno siempre recorre y solo mira, tal vez se puede pasar por mil partes, pero uno no se detiene a observar, y es exactamente eso lo que sucede en este caso, por mi parte yo conocía esta feria indígena, pero nunca me había detenido a observar con atención ciertos detalles que la rodean, aunque esto solo fuera un reconocimiento o una vista demasiado externa, pude notar cosas que en algún momento del pasado no me detuve a apreciar, sus paredes, su gente o la forma, aunque muy pequeña, de querer expresar que nuestras raices siguen aquí, lo estan para nosotros, aunque no podamos notarlo, ellos siempre estan ahi ofreciendonos sus productos y es su forma de ganarse la vida. Con sus productos se muestra claramente que el lugar está hecho para gente que no reside en este país y que va a llevarse un recuerdo a su tierra, también ofrecen cosas para aquellos realmente interesados en el tema de sus raices, como ponchos o poleras que dicen "Weichafe" o la imagen de algún Toqui, en fin, puedo concluir que a pesar de ser una pasada rapida al lugar, pude ver cosas que antes no, y eso es un paso, seguramente cuando tengamos un mayor avance en la actividad nos encontraremos con muchas sorpresas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario